domingo, 23 de octubre de 2011

Quijote sin escudero...

Lanza en ristre y sin triste figura, caballero andante,( poco y con esfuerzo, pero andante) Quijote empedernido e impenitente hasta la muerte, defendiendo causas pedidas, ayudando a quien fuera menester y en cualquier circunstancia, sin importar clase, sexo, raza, condición y religión haciendo gala del respeto al prójimo, que aprendí de mis padres, no escarmentando que quien da pan a perro ajeno pierde pan y pierde perro, perdonando ofensas y olvidando agravios, luchando día a día por un utópico mundo mejor, amigo de mis amigos y protector de mi familia, nunca aprenderé a usar armas como la revancha, la envidia, el odio, la burla, el desprecio con las que fui herido y sané gracias a la medicina mas poderosa de este mundo, “la amistad y el cariño de la familia”.
Seguiré, batiéndome con los molinos y creyendo que la ofensa no fue intencionada, que el dolor propio es menor que el ajeno y todo el mundo merece una segunda oportunidad, cabalgaré en los páramos amigos y disfrutaré con la hospitalidad que me brindan y mi mayor anhelo, que al llegar al final de mi andadura, haya alguien que me recuerde aunque sea como un Quijote que un día se cruzó en su camino.