miércoles, 7 de marzo de 2012

Aquí hay algo que no funciona...

No se si yo ya estoy mas para allá que para acá, pero hay situaciones y cosas que uno no llega a entender por mucho que me las expliquen. También es cierto que las explicaciones que uno recibe no son capaces de convencer a nadie, por lo ilógico e irracional de las mismas.
¿Que a que cuento viene esto?, pues es muy fácil: No hace mucho pasé una revisión de valoración medica (voluntaria)sobre mi incapacidad, ya que no la pasaba desde el año 1978 (Ya ha llovido desde entonces, ¿no creéis? y tocaba). En esta ocasión aporté un amplio legajo de informes de neurólogos, traumatólogos, médicos de medicina vascular etc., que hubieran bastado para demostrar que desde el año 78 hasta hoy ,por desgracia, uno no esta en condiciones iguales a las de aquel año en el que me concedieron una valoración de un porcentaje de incapacidad que aún conservo en un certificado expedido en aquel año.
¿ Sabéis cual ha sido el resultado de esta última valoración? Pues que…Como los baremos han sido cambiados, no solo no me aumentan la baremación (el porcentaje de incapacidad) si no que me la reducen, (así como lo escribo y leéis) , a pesar de todo y todos los informes, me bajan  SEIS PUNTOS… ¡Ole la burocracia y la política reductora de todo!,(¿También quieren ahorrar con esto?) ahora resulta que a pesar de algo tan evidente (y que salta a la vista solo con verme) como que uno no esta en las mismas condiciones que hace TREINTA Y CUATRO AÑOS, para estos burócratas dirigidos por políticos designados a dedo (o a golpe de carnet del partido, tanto monta...) sin conocimiento alguno del tema, ¡Yo estoy mucho mejor! ...¡Pues que bien!, tendré que volver a pasar otra revisión nueva a ver si de una vez por todas son capaces aunque solo sea estadísticamente, para dejarme como nuevo y por primera vez en mi vida poder salir corriendo.
No es esta una situación puntual y me temo que no será tampoco la última ni la única. Llega a mi conocimiento que hay casos tan sangrantes como el del una pequeña “ciega de nacimiento” a la que no se da ninguna valoración de invalidez, pues le exigen “un certificado de la graduación de la vista”. Pero aquí ¿quien es el ciego?
Si me pongo, no pararía de contar casos similares y quizá hasta más llamativos. No entiendo que ordenes se pueden haber cursado desde instancias superiores (cada vez hay mas mandamases duplicando y triplicando cargos inútiles en una administración que no funciona y en la que al que no inventa algo, por absurdo que sea lo echan). Antes había una administración única, quizá hasta con menos medios, quizá con menos personal y ¡esto funcionaba! (llamarlo: Instituto Nacional de Previsón o como querais, yo hoy a ciencia cierta con tanta sigla ya no se donde tengo que acudir).
Mi caso no tiene la mayor importancia, uno seguirá defendiéndose como pueda y malditas valoraciones de este estilo que me hacen falta, pero si esto sigue así, terminarán por decir que “no hay parados”, pues todos se mueven, ni ancianos impedidos, pues aún pueden respirar y quejarse, (aunque no sea todo lo que debían), ni jóvenes que no encuentran empleo si no jóvenes que están en la cola de espera, esperando a que alguien deje un puesto para que puedan ocuparlo. Por una vez en la vida y sin que sirva de precedente, ¡Me quejo! ¿Verdad que da asco?...