viernes, 4 de octubre de 2013

Elucubraciones de un simple "fusible"...

Levantarse y dar los buenos días sintiendo la punzada en la espalda,(Dichosas vértebras), la rodilla, el brazo izquierdo y que sé yo ya, cuantos dolores mas me acompañan desde hace algún tiempo, es a pesar de todo una buena señal... ¡Estoy vivo!.
Mi primer pensamiento es, como podéis imaginar... ¡menos mal que hoy no tengo que ir a trabajar! ,( Privilegio de jubilado, desgracia de parados). E inmediatamente me pongo a hacer alguna que otra tarea casera arrimando el hombro a tanto como hay que hacer en casa quitando trabajo a mi mujer que bastante tiene con su labor diaria.
Perezosamente suelo repasar en mi portátil o en el móvil los últimos comentarios y noticias del Facebook y la prensa diaria, raramente y por que estar sentado mucho tiempo ante un ordenador es para mi un sufrimiento indescriptible, por el dolor de espalda, suelo dedicar algún tiempo a poner al día este blog, que aunque vivo, ha perdido ( lo reconozco) algo de aquella chispa que diariamente se encendía para contar mis aventuras, desventuras y dejar una nota de humor que provocara la sonrisa en el lector ocasional, o nostalgia de tiempos pasados que cada día se me hacen mas lejanos.
A pesar de todo, seria un desagradecido y si no dijera que mi nueva situación vital es (si no fuera por aquellos dolores), “perfecta”...el tiempo da de sobra para dedicarme a leer, comunicarme con los amigos y sentir muy de cerca cada momento de mi familia echando una mano cuando se necesita.
Acabo de bromear en el Facebook con los dolores... esos avisos de que algo no anda bien...¡Qué complicados nos diseñaron y construyeron!, Que endebles y perecederos y sin embargo, nos creemos en ocasiones el ombligo del mundo, cuando todo seguirá funcionando igual aunque falte nuestro engranaje, nuestro granito de arena.
En la broma decía: En lugar del aviso doloroso que indica que algo no marcha bien...¿no nos podrían haber puesto una lucecita de aviso? Y de paso un interruptor para apagarla...
Alguien me ha llamado y preguntado ¿ Qué harían entonces los médicos? Y mi respuesta ha sido...
Supongo: que no se les llamaría médicos si no “Electrocontroladores corporales” o algo parecido y serian los únicos que sabrían que interruptor apagar en cada momento
, Pero  no...ahí sigue el dolor al que uno termina casi por acostumbrarse ¡no queda otra!...no hay interruptores ni lucecitas, somos de carne y hueso (algunos mas huesos que otros) y cada día deberíamos aprender que ni somos eternos, ni imprescindibles, ni el centro del universo. Aunque sustituibles (como si fuéramos un fusible) debemos seguir cumpliendo nuestro cometido y si es posible ayudando a otras maquinas como nosotros a cumplir el suyo, al fin y al cabo, todo esta entrelazado, todo tiene sus conexiones aunque estas sean temporales y para algo (aunque no sepamos a ciencia cierta para que y con que fin), estamos en este mundo. ¡Hagámoslo funcionar lo mejor posible! Aunque no seamos el motor principal del mismo.