martes, 17 de junio de 2014

Donde no hay aplauso final...

Cayó el telón acompañado de un estruendoso aplauso colectivo, los actores fueron apareciendo desde los laterales de la palestra y cogidos de la mano agradecieron con reverencias una y otra vez la ovación que recibían por su excelente trabajo, aplaudiendo acto seguido ellos mismos, a los espectadores por su magnifico comportamiento. Pocas profesiones tienen este reconocimiento tan inmediato y algunas ni si quiera llegan a tenerlo en algún momento de la vida. Actores somos todos en el teatro de la vida, unos con mayor fortuna que otros, con mejores papeles en la obra que se representa mientras que otros, ejercen  de meros figurantes y completan el cuadro representado. Existe un segundo sueldo no cuantificable monetariamente, un sueldo que en ocasiones puede llegar a satisfacer más que el meramente económico y que en muy escasas ocasiones llegamos a percibir, el reconocimiento de un esfuerzo, una labor, una iniciativa generalmente quedan en el olvido o en el peor de los casos se sobrentiende que van incluidos en el salario de final de mes, cuando esto no es cierto. En muchas ocasiones he tenido que oir... “esto o aquello va incluido en el sueldo” y ¡no es verdad!, hay quien termina percibiendo el mismo sueldo económico, que tu haciendo la mitad, preocupándose de nada, frente a lo que tu haces, todo el día corriendo con el móvil pegado a la oreja, contestando correos, archivando documentaciones, acudiendo a reuniones y cursos, tomando la iniciativa en decisiones buenas para la empresa que quizá no te correspondería tomar, pero lo haces tratando de dar soluciones, de que todo este hecho y todo el mundo atendido. Si esperas una ovación, ¡No va a llegar nunca!, no te engañes cada día tendrás que demostrar lo que antes habías demostrado y ¡ay de ti si no lo haces!, si alguna vez alguien te aplaude, espera que con ese proceder te pidan luego un esfuerzo mayor.
Somos actores sin aplauso en un teatro de la vida en el que parece que nunca cae el telón y donde no existe aplauso final.

martes, 10 de junio de 2014

"Libertad sin ira"...

Indignado…no sé si esta es la palabra correcta, engañado, quizá estafado, defraudado, sigo rompiendo mi promesa de no hablar de política en este blog en el que solo pretendía volcar mis sentimientos, con un toque de humor que otros se encargan de romper cada día.
“Libertad sin ira”... ”Libertad”... cantaba el grupo Harcha allá en los años 70 y tantos, prometiendo un futuro esperanzador para un pueblo generoso que supo echarse a las playas para limpiar el “chapapote” del Prestige, mientras ya en aquel entonces los políticos solo asomaban la nariz para hacerse la foto de rigor. Un pueblo que salió a las calles ante los atentados del 11 M y ahora no las abandona lleno de ira y rabia ante la injusticia y la pasividad de aquellos que debiendo tomar las riendas para evitar el desamparo de un pueblo que cada día pierde más las libertades, ganadas en dura lid contra una dictadura, y en su lugar se dedican a enriquecerse ilícitamente a costa de gentes que pierden su trabajo, su vivienda, su esperanza de dejar a los hijos un mundo mejor como nos prometieron, mientras se llenaban los bolsillos.
Hoy se constata que la enseñanza ha sido nefasta con sus continuos cambios de planes de estudio. El analfabetismo y la ignorancia ,que solo favorecen al poder, se ha instalado en las gentes que solo quieren la “carnaza” de programas televisivos, donde cada día se nos obsequia con demostraciones palpables de una incultura que llega a situar como capital de Estados Unidos …”Inglaterra”…y el vocabulario es destrozado entre palabras malsonantes, incluso, ofensivas que el público aplaude como si un gran discurso de un erudito orador se tratara.
Y mientras…los jóvenes realmente preparados, se van del país que los vio nacer, un país, en el que se habla de millones defraudados que no regresan a las arcas del estado, de millones que se entregan a la banca y solo generan riqueza a los que siempre la tuvieron.
Engañado, quizá estafado, defraudado…hoy siento vergüenza de quienes permiten que la gente tenga que buscar su sustento diario en contenedores de basura, donde las salas de urgencias de los hospitales se llenan de pacientes a la espera de un consuelo para sus males, que muchas veces se les niega por falta de presupuesto. Y mientras, cada día en las noticias, siguen saliendo millones y millones defraudados, nuevos  casos de corrupción, y zancadillas a la Justicia o a la libertad de expresión, para que todo siga igual…igual de mal…y sin una solución clara y fiable a esta pobreza económica, cultural, sanitaria, que va convirtiéndose en endémica.
¿De qué nos sirvió la “Libertad sin ira” que se nos prometía?. Libertad sin pan, sin seguridad, sin cultura…¿De verdad creéis que esto es LIBERTAD?

Hoy he perdido el “buen humor”, y en su lugar la tristeza se ha apoderado de mi cuando he visto a un pequeño llorar de hambre, a un enfermo sufrir calladamente una larga espera en urgencias, aun a sabiendas que seguramente le mandaran a casa con un tratamiento para solo calmar sus dolores,(También a mí me ha ocurrido), pues no hay presupuesto ni medios para otra cosa…
¿De que nos ha servido la "Libertad sin ira" ?...Hoy vamos camino de perderla y cada día es mayor la indignación que ya comienza a tener tintes de "Ira"...