Vi correr el tiempo y el tiempo me alcanzó, paso raudo lleno de recuerdos, que el mismo tiempo guardaba y en su veloz carrera dejó en mi memoria.
Tiempos de niñez y juventud ahora añorados y valorados, más que en su momento. Tiempos de madurez laboriosa, en la que aun el futuro era incierto y había que ganárselo a cada paso. Tiempos que pasaron y nunca más volverán.
Hoy el futuro, está más limitado y la carrera del tiempo se acelera cada día, cada hora, cada minuto.
En ocasiones, uno se ve incapaz de seguir su loco galopar, devorando cada momento de mi vida.
Aferrado a los recuerdos, como si de mi bastón se tratara, sigo su senda, ahora lentamente, disfrutando del paisaje que a cada paso y día marcan las mañanas mi camino.
Tiempo para vivir, el tiempo que me dejen. Tiempo para disfrutar de los míos, viendo cómo crecen y siguen su camino hacia sus metas soñadas. Tiempo que corres ¡Detén tu camino!, deja que te alcance, tiempo aún no vivido…