
Cada vez que lo escucho siento la presencia de mi padre... no se aún despues de 60 años si creer en el más allá, pero si estoy seguro que una fuerza entre nostalgica y triste me invade con cada nota de la melodía, como si mi padre estuviera mi lado cantando y siempre en momentos de bajón...(tambien es casualidad que la oiga siempre en esos instantes ¿verdad?.. pues es así), el susurro desgarrado me da nuevas fuerzas, el tiempo... todo lo arregla..."veinte años no es nada"...cuando uno ya tiene "las nieves del tiempo plateando mi sien" y pese a los achaques la intención de pasar muchos años aún viendo crecer a los mios envejeciendo a lado de una maravillosa mujer con la que compartir cada instante.
"Volver"... a mi Asturias querida, de la mano de los mios es mi añoranza continua que quiza cumpla no tardando mucho