domingo, 17 de abril de 2016

Aquí estoy de nuevo...

Quizá ha sido la pereza, quizá el desánimo y que el cuerpo no me pedía  seguir contando aquello que a mi alrededor ocurría y me llamaba la atención. Dejé transcurrir los días, los meses, casi un año  sin ponerme al teclado de mi ordenador para contar alguna historia nueva que pudiera interesar, hasta que hace unos días, repetí un post en mi Facebook y mi hija comentó: "Actualiza y escribe de nuevo".
Aquello me hizo pensar que me había  vuelto perezoso,que nadie  leía ya mis comentarios y a nadie  interesaban, era tan sólo una apreciación mía  equivocada.
Si había lectores,seguidores  de mis comentarios e interesados por las historias que  conté.
Hoy, he vuelto a ponerme en este  teclado y tan sólo una disculpa a mi pereza,es lo que de mi ánimo ha salido.
En mi cabeza ocupada por la preocupación de una recuperación que se alarga en el tiempo, se mezclan,sin yo pretenderlo, vivencias que iré contando,recuerdos que saltarán de nuevo a  este teclado,que hoy aún sigue perezoso y lento en describir el cúmulo de ideas que en mi cabeza bullen y a las que trato de poner en orden.
Dicen,que nunca es tarde para ponerse a la tarea,que hay quien espera que mi buen humor,que tan malos tragos me ha hecho superar,vuelva a amenizar a estos seguidores fieles,que me seguís en este humilde blog.
Quizá mañana os cuente,como el tiempo  me ha hecho ver que nada es irremediable,que la esperanza junto con el esfuerzo diario,pueden conseguir pequeños milagros que uno no esperaba.
Quizá,que mi deporte actual se limita a leves intentos,pero intensos,de subir y bajar escalones, tratando de lograr una libertad de movimiento ante la enorme cantidad de barreras que hoy encuentro y antes apenas percibía.
Quizá,la ensoñación de encontrarme en Nueva York,cada  vez que un "taxi" amarillo ,con unas extrañas luces rotativas amarillas en el techo,me recoge cada mañana para llevarme a mi sesión diaria de rehabilitación.