miércoles, 29 de mayo de 2013

¿Por que te escondes Sol?...¿A que le temes?...

En estos días de mayo, en los que el sol se ha resistido a brillar como debería haberlo hecho, las persistentes lluvias y el frío casi invernal han conseguido que mis huesos reclamen esa luz y calor, ese bienestar que el verano, ya cercano, promete.
Hacia ya mucho  que no tenia caídas aparatosas y en un día… ¡Dos!, que me han dejado como el Vaticano... “lleno de cardenales”…los suelos mojados y ese cierto run run de las articulaciones ha propiciado que termine haciendo piruetas antes de dar con mis huesos en el duro suelo. ¡Menos mal!, (le decía a un Policía Municipal que asustado corrió a ayudarme), que ya estoy tan acostumbrado que no suelo hacerme demasiado daño pese a lo aparatoso de las caídas, pero “fastidia”, sobretodo, fastidia el remolino que se monta tratando de hacerme levantar y casi siempre haciéndome decir como hacen los toreros aquello de… ¡Dejarme solo!, y es que me levanto mejor yo solo que con ayuda…Uno agradece de corazón que siempre haya una mano tendida en estas ocasiones y aunque el golpe haya sido doloroso, no pierdo la sonrisa de agradecimiento, tratando de quitar importancia al asunto y el susto que pudieran haberse llevado los espectadores del mismo. Aquel Municipal me decía: ¡No había visto una caída más aparatosa que la suya!..¿De verdad no se ha roto algo?...e inconscientemente me eché las manos al bolsillo pensando en el móvil… ¡Que estupidez!, pero es que por suerte o quizá habilidad adquirida con cada caída, lo máximo que he llegado a padecer es algún moratón que otro como los que ahora me acompañan.
¡Que ganas tengo que el Sol cumpla con su deber!, que las lluvias y fríos terminen, para poder sentir de nuevo esa energía que el Astro nos transmite cuando su luz ilumina nuestra existencia. ¿No os ocurre a vosotros lo mismo?