viernes, 15 de febrero de 2013

¡Salud! y que dure...


Luz de estrellas en el firmamento, que presagian la helada de la noche. Parpadeantes soles lejanos que nos  muestran lo insignificantes que somos en este universo en el que el misterio de la vida sigue sin estar resuelto mientras nos empeñamos en seguir mirándonos el ombligo como centro de la creación.
Hoy me he sentido muy pequeño, he visto la fragilidad humana, el dolor y la impotencia que se respira cuando la enfermedad hace mella y el saber humano es incapaz de terminar con los males que nos aquejan.
Una conversación, el recuerdo de un amigo que se debate entre la vida y la muerte luchando contra esa enfermedad que cuesta nombrar por el temor que todos sentimos ante ella. Cáncer: Enfermedad provocada por un grupo de células que proliferan sin control y se multiplican de manera autónoma invadiendo el cuerpo.
Muchos son los años que llevan luchando los científicos e investigadores de todo el mundo, contra este mal, ganando alguna que otra batalla pero sin conseguir terminar con esa guerra emprendida contra el mal que queja a la humanidad.
Hoy, los recortes en los presupuestos y personal hacen que la ciencia se ralentice, que cada vez menos personas puedan luchar en estas batallas y el mal gane terreno que había perdido en años anteriores.
¿Es todo cuestión de dinero?, pues al parecer si…la humanidad es tan corta en su manera de pensar y actuar, que el vil metal todo lo puede (poderoso caballero…).
¡Que cortitos somos los seres humanos!, olvidamos lo esencial y damos prioridad a cosas materiales aunque en nuestras bocas siempre este la “salud” en las conversaciones, parece que al final no se le termina de dar la importancia real que tiene. Se cierran centros y hospitales, se recorta en medicamentos y ayudas, se hace negocio particular de la enfermedad en consultas privadas y se termina por pensar que la enfermedad es cosa de otros, que a uno no va a ocurrirle nunca nada y que los familiares que nos rodean son inmunes eternamente.
Pues bien, esto es lo mismo que deben pensar esas mentes brillantes que nos gobiernan y que cada día nos sorprenden con algo nuevo (debe ser que el ministro de turno que no invente algo corre el riesgo de que lo echen).
En fin, “salud compañeros”, pues como nos toque la “china” lo tendremos claro, la masificación de los hospitales, mal gestionados (supongo que aún privatizándolos seria peor pues primaria el negocio sobre la salud), los medicamentos cada día subiendo de precio y si me apuráis bajando en calidad (tengo mis dudas sobre los genéricos aunque los médicos digan lo contrario), la huida de los verdaderos profesionales, médicos, investigadores, científicos a otros países nos va a terminar convirtiendo en un país tercermundista. Lo dicho ¡Salud! Y que nos dure mucho….