lunes, 10 de febrero de 2014

Una historia tras una imagen...

Dicen que detrás de una imagen siempre hay una historia, un momento que quedó fijado estáticamente para la posteridad y que servirá de recordatorio con el paso de los años a quien la contempla.
Hoy, esta imagen que acompaña este post, pertenece a un pasado muy lejano de mi existencia, apenas tenia un año (en el reverso de la fotografía consta la fecha 6 de Febrero de 1953, faltaban cinco días para que cumpliera un año) y tras ella hay una pequeña historia que me contó mi madre.
Aquel día, en Madrid, habían averiguado por que no era capaz de mover mis piernas, cuando ya debería haber dado casi mis primeros pasos. Al salir de la clínica mi madre hizo esta foto que posteriormente se trasladó a un panel de madera serigrafiada que ella misma se encargó de colorear. Hoy cuelga en una de las paredes de mi casa, como lo hizo durante muchos años en la suya.
Imagino que no fue fácil recibir aquella noticia, pero su coraje y amor llenaron el reto de mis días. Nunca vi. en su rostro, pesadumbre, tristeza, desanimo y nunca me sentí diferente por ello. Sentí sus desvelos y su lucha por conseguir que mi calidad de vida mejorara y nunca me prohibió que desarrollara mis capacidades, yendo al colegio en bicicleta, recibiendo en casa sesiones interminables de rehabilitación, dejándome jugar en la calle con los amigos sin estar continuamente encima de mí por si me llegaba a hacer algún daño, no haciendo ninguna distinción con mis hermanos y animándome con su mirada y sonrisa, cada vez que tenia que superar alguna operación.
Hoy, cuando apenas quedan unas horas para que cumpla 62 años he colgado esta foto en recuerdo de mi madre (también ella cumpliría años como madre) y me he permitido contaros la pequeña historia que hay tras esta imagen.