jueves, 29 de noviembre de 2012

¿ALGUIEN SE PRESTA PARA CONVERSAR?...


No hace mucho, un amigo me comentaba lo difícil que puede llegar a ser, mantener una conversación con quien no quiere oír, el famoso dialogo entre sordos de...
  • ¿vas a pescar?
  • No, voy a pescar
  • ¡A creía que ibas a pescar!
  • Pues si voy a pescar?.

Puede en algunas ocasiones ser tan real que uno este diciendo una cosa y el contrario contestando lo que tiene en su mente sin prestar oídos al interlocutor.
Frecuentemente y cada vez con mayor insistencia uno encuentra diálogos de sordos continuamente, ya casi nadie practica el difícil arte de escuchar y hacerlo atentamente, es decir sin ideas preconcebidas, con la mente despejada de interferencias y tratando de captar el significado exacto de las palabras que por desgracia son mal interpretadas por un interlocutor que aplica conceptos distintos a los que la palabra expresada tiene y en función de sus prejuicios, experiencias anteriores, ideas equivocadas o una falta profunda de conocimiento del idioma.
Hablar por hablar, puede ser la conclusión a la que uno llega en muchas ocasiones y con la sensación de no haber llegado con la alocución al interlocutor, hoy nadie escucha, solo oyen  y nunca lo que dices si no lo que quieren oír, escuchar supone estar atento a los movimientos de manos del interlocutor, de sus ojos de sus posturas interpretando como son captadas tus palabras, pues bien... en la mayoría de los casos uno deduce que el interlocutor no presta atención, (no solo por que bostece) su mente esta mas en las respuestas que quiere dar que en  captar tu mensaje, (manos que se mueven inquietas) o en otras cosas distintas a lo que esta recibiendo (posturas desmadejadas, laxas, distraídas).
Decididamente, prefiero la comunicación escrita, pues quien te lee, puede hacerlo varias veces, con la intención de entender lo que se le trasmite y este entendimiento además puede variar dependiendo de su estado anímico y circunstancias, pero siempre quedará inalterado el sentido que uno quiere darle a las palabras, incluso a lo que se trata de decir "entre líneas" que a veces es más elocuente que las mismas palabras.
Seguiré escribiendo, pero nunca dejaré de echar de menos las conversaciones cara a cara, con interlocutores inteligentes y atentos aunque los temas fueran intranscendentes.

¿ALGUIEN SE PRESTA PARA CONVERSAR?

martes, 27 de noviembre de 2012

Cosas del Hardware y el software humanos


Me ocurre en muchas ocasiones últimamente, que al recibir una noticia inesperada, como en los viejos ordenadores de poca memoria "ram", tardo en procesarla y llegar a conclusiones sobre ella.
No es que me preocupe, pero uno comienza ya a notar que aquella chispa que saltaba al instante y realizaba mil elucubraciones sobre el hecho concreto, hallando soluciones y actuando con rapidez sobre el tema planteado, se ha ralentizado.
Aquella velocidad, me llevó en más de una ocasión a cometer errores por la precipitación y poco a poco fui aprendiendo a contar hasta 10 antes de actuar. Hoy, ya no es necesario efectuar ese conteo. Las cosas las tomo con la calma que precisan y dejo que se procesen los datos, que se asienten y que el tiempo termine por darme respuestas razonables.
Me he sorprendido en más de una ocasión, que al día siguiente de cualquier suceso, he visto con claridad la solución o he terminado por entender con lucidez muchas cosas que en un primer momento me parecieron extrañas o ilógicas.
No hay posibilidad de actualizar la memoria "ram"… el disco duro, cada día tiene más cantidad de datos almacenados y quizá mi "hardware" comience a estar obsoleto…pero sigue funcionado cumpliendo su cometido.
Es tal la avalancha permanente de información, procedente de la prensa, la TV, el móvil, mi tablet, el correo electrónico el Facebook, el ordenador del trabajo y tantas otras fuentes de alimentación, que hay ocasiones en las que el tiempo se hace corto para poder procesarlas todas con acierto en el mismo momento en que se producen.
He ralentizado los procesos, pero no por eso ha disminuido la efectividad de los mismos, quizá, si me apuráis se han hecho mas precisos, mas acertados y razonables.
Está visto que los años modifican nuestras capacidades y actitudes, unas veces para bien y otras complicándonos la vida diaria. Aunque nuestro "software", este en perfectas condiciones, la maquinaria se va quedando obsoleta y falla. Aquí no vale darle algún golpecito que otro al "hardware", (la maquinita), para animarlo como solemos hacer con los ordenadores, pensando que se arreglan de este amanera,(aveces funciona aunque no lo creais), el tiempo ha deteriorado algunas conexiones y terminamos por acudir a una prudente espera mientras el sistema se actualiza y recupera información.
En fin, ¡Que somos unos cacharros!, fiables mientras los componentes no empiezan a fallar y cuando fallan, aquí no cabe otra cosa que aguantarse, pues no hay procesadores nuevos para sustituir los antiguos ni ofertas en Mediamark para cambiar de herramienta…¡Que le vamos a hacer!...cosas del Hardware y el software humanos...

lunes, 19 de noviembre de 2012

Quiero...


Quiero seguir envejeciendo a tu lado y  todas las mañanas calentar el café mientras te desperezas.
Quiero que sigamos soñando mañanas y viendo crecer a nuestros hijos.
Quiero recordar nuestros momentos felices y hacerte reír con mis salidas inoportunas.
Quiero seguir pensando que somos jóvenes y hacer locuras cada día.
Quiero seguir escuchando, como pasa el tiempo sin que el tiempo nos hiera.
Quiero seguir queriéndote como tú me quieres.
Nada cambiaria en mi vida si tuviera que volver a vivirla,
Ni las noches en vela vigilando el regreso de nuestros hijos.
Ni los llantos  de las despedidas, cuando alguno se va.
Ni los ratos amargos de un trabajo incomprendido.
Ni los dolores sufridos por un mal asumido.
Que la vida, hay que vivirla, para sentir que se vive.
Que el amor hay que amar, tanto como se es amado.
Que en el trabajo hay que luchar, desgarrando el mal trago.
No hay vida sin amor, sin sufrimiento, sin desazón, sin alegrías mezcladas con sinsabores, que la ternura adereza al irnos haciendo mayores.
Quiero seguir vivo, viviendo los retos y sueños diarios
¡QUIERO!...

viernes, 16 de noviembre de 2012

Uno de esos dias "Extraños"...


Hoy ha vuelto ser un día de esos en los que las fuerzas me han fallado. Un día más en el que he conseguido vencer al dolor,  las ganas de tirarlo todo por la ventana y dejarme caer en algún sofá y no moverme para nada, pues cada movimiento era malestar. ¡Pero no!... algo en mi interior me decía que si cedía una sola vez a la tentación, terminaría por  no moverme más. Las preocupaciones diarias se convirtieron en la distracción para olvidar aquellas punzadas y sirvieron de extraño medicamento para que continuara mi camino.
Cada cierto tiempo, tengo un día de estos que ya he bautizado como “extraño”. Mis brazos y piernas pesan más de lo debido, los músculos parecen haber perdido su tono habitual y las punzadas se multiplican en cada hueso de mi cuerpo. Un cansancio que no se corresponde con la actividad realizada, me descuadra e inicialmente produce un cierto desanimo que logro superar poniendo alguna nota de humor en mi vida.
¡Vaya por Dios¡, hoy tampoco podré correr los cien metros lisos…Como uno ya sabe que esto tiene que ser así y que habrá mas días iguales, terminas por pensar, ¡Cuando este día acabe van a pasar otros muchos antes del próximo bache!... y continuas con la actividad tratando de que nadie lo perciba, no arrugando el hocico cuando te han pedido hacer algo y tienes que levantarte de la silla entre dolores, para hacer una fotocopia, poner un fax o ir hasta la mesa de un compañero para resolver algún asunto pendiente.
En fin, el día prácticamente ya ha pasado, mañana será otro día y quizá con suerte (Tampoco podré correr los 100 metros) volveré a mi actividad normal, las escaleras volverán a ser mi reto, los paseos serán tranquilos y no tendré que poner cara de póquer en cada movimiento, ya sin tanto dolor. ¡Que vengan muchos días como este, que me hacen sentir vivo!, Aún me queda mucho camino por andar, muchas cosas por hacer, muchas jornadas  que vivir y disfrutar de los míos y muchos días como el que he pasado y pasado está…

jueves, 15 de noviembre de 2012

El violinista...


Medio adormilado escuchaba aquella dulce melodía que a través de la ventana entraba en mi estancia. Un viejo violín lloraba unas veces y reía otras en la calle, tañido por una mano hábil y un corazón dolorido, que lanzaba, al viento frío de la tarde, sus notas cual gemidos unas veces y gritos de alegría en otras. El ladrido de un perro, interrumpía de vez en cuando al intérprete que llenaba de música el ambiente.
Atraído por aquel son, me acerque a la ventana y apoyando mis codos sobre el borde, me dispuse a seguir deleitándome con aquel improvisado concierto.
En la esquina, arropado entre cartones para evitar las inclemencias del tiempo, había un joven músico. Bufanda de colores, gorra con orejeras y un viejo gabán eran toda su protección. De aquel violín surgían las notas de conocidas melodías… Titanic, Yesterday, el Guardaespaldas, Kats…Una vieja gorra en el suelo, recogía las pocas monedas que los transeúntes arrojaban, mientras un desgarbado perro, apoyaba su cabeza entre las patas y con mirada adormecida, lanzaba un ladrido cada vez que alguien se acerca a las monedas.
Ya  había visto a este músico callejero en otras ocasiones y había dedicado uno de mis post a este artista solitario, que habitualmente esta ubicado en la Calle Zamora de Salamanca. Sus melodías, interpretadas magistralmente, hacen que al pasar a su lado vuelvas la vista instintivamente mirando a quien alegra el paso de los viandantes.
Cuando uno se aleja de la melodía, después de pasar a su lado, la melodía sigue en la cabeza… es un regalo diario de quien posiblemente no tenga otra manera de obtener su sustento y lo hace poniendo en nuestras vidas unos segundos de alegría. Mientras, su perro nos mira con cara entre triste y pensativa, yo diría, que si no fuera un simple can, nos estaría mirando con esa cara de quien pide lastimeramente algo para que su amo pueda pasar el día y volver a deleitarnos a la mañana siguiente… y en mi cabeza, sigue sonando ese Yesterday que al final tarareo inconscientemente durante toda la tarde…

lunes, 12 de noviembre de 2012

Esa sonrisa que tanta falta nos hace...


Dicen que el buen humor lo cura todo, y si esto no es verdad, al menos logra que el estado de ánimo, mas elevado, dulcifique los sinsabores del día  haciéndolos mas llevaderos.
Buscar el punto, en el que una sonrisa se dibuja en el rostro, ha sido mi constante durante todos los días al levantarme y colgar en mi Facebook alguna frase  o imagen, que pudiera elevar el animo en mañanas sombrías.
Inspirado por frases que oigo durante la jornada anterior, tomo nota de algunas que modificadas pueden lograr que tú, amigo lector esboces esa sonrisa.
El titulo de este blog, es lo suficientemente explícito sobre mi manera de encarar la vida, una pincelada chistosa termina con el dolor antes que un taco soltado con todas las ganas (también los suelto de vez en cuando no creáis…). Hacer que los demás sientan la necesidad de sonreír, es cada vez mas difícil, los problemas cotidianos y la información con que se nos bombardea a diario a través de los medios de comunicación, hacen muy difícil que la gente tenga ganas de reír, ya muy pocos lucen esa blanca luz de unos dientes alegres y estos aparecen en muchas ocasiones, mas como signo de rabieta o amenaza de mordisco…(aquello del "dientes… dientes").
Se ha perdido la capacidad de encontrar la parte chistosa de las cosas y en su lugar una nube negra lo envuelve todo haciendo triste  y mal encarada nuestra existencia.
Por eso, cuando veo a alguien sonriendo, pienso, que es la excepción cuando debería ser la regla, que incluso, puede que no este riendo de verdad y solo sea una mueca de desencanto… No se…Quizá estemos perdiendo años de vida con esta actitud (siempre se dijo que el hombre sonriente y feliz vive mas tiempo) o al menos nos estamos perdiendo, la misma alegría de vivir.
Hoy la prensa publica que dos personas se han quitado la vida, por la presión que esta hacia sobre ellos… ¿Verdad que es triste?, llegar a morir para no sentirse muerto en vida por los problemas cotidianos, por eso, si me lo seguís permitiendo, cada día colgaré una frase o un dibujo, o una foto que logre arrancaros esa sonrisa que tanta falta nos hace.

jueves, 8 de noviembre de 2012

El error que se perdona siempre...


Si de algo me precio es de ser persona de fácil complacer, sin pretensiones desmedidas ni aspiraciones imposibles, con buen humor y una apreciación de la vida en la que lo importante, lo verdaderamente importante, prioriza todas mis actividades, siendo muy difícil según dicen quienes me conocen bien, discutir conmigo y en este estado de cosas si alguien en algún momento me ha visto alterado, recordará mejor que yo en que circunstancias y quizá hasta sorprendido comente la situación con alguien y es que tratar que la vida sea llevadera para los que me rodean, bien en casa en la calle o en el trabajo, no es tarea difícil si uno le pone ese granito de humor que tanto hace falta y no se empeña querer tener siempre la razón asumiendo que uno puede equivocarse y cometer errores como todo el mundo.
A veces uno inconscientemente habla con la mejor intención y sin querer esta metiendo la pata, ¡Que alce la mano quien no halla errado alguna vez!, mil historias de equivocaciones propias y ajenas, podemos contar todos (solo no se equivoca quien esta para el otro barrio) y para muestra un botón: Hace años a una vecina le diagnosticaron un cáncer, tras seguir el tratamiento correspondiente, fue mejorando poco a poco, mientras que un día falleció su marido inesperadamente. La viuda, acompañada por su cuñada acudió al hospital, con su traje de luto y un velo que le cubría la cara, para acompañar el cadáver de su marido y mientras recorría los pasillos del Centro, se cruzaron con el oncólogo que la había tratado, que al ver a las dos mujeres de luto se dirigió a la cuñada de la vecina diciéndole ¿Tu cuñada verdad?, ha fallecido, ya te lo dije yo, que le quedaba poco tiempo de vida?La vecina, levantando su velo, miró al medico diciendo, ¡No, es mi marido quien ha fallecido!. Imagino la cara del medico y su deseo de que se lo tragase la tierra y es que con la mejor intención, se puede cometer errores fatales como fatales son los errores conduciendo o conduciéndose peatonalmente. Uno que ya lleva muchos años viendo siniestros no deja de sorprenderse de los errores a veces pueriles pero mortales que se comenten en la circulación. Muchas veces he pensado cuando veo a un peatón correr cruzando una paso cerrado, que ocurriría si la gente que esta al borde de la acera esperando, formara un bloque rígido y no le dejara subir en el ultimo momento a la acera. Error fatal es conducir con el cigarrillo en la boca (en este caso no me cabe ninguna duda que el tabaco mata). Error es cruzar una calle de única dirección sin mirar a ambos lados, cuando puede que un vehículo este dando marcha atrás por cualquier causa o venga un despistado por dirección única. Error tras error el ser humano es incapaz de escarmentar en cabeza ajena y seguiremos tropezando en la misma piedra, construyendo urbanizaciones al borde de ríos que en tiempos de lluvias pueden hacer desaparecer bajo las aguas miles de ilusiones. Pero el error que es humano es también fuente de grandes avances y descubrimientos, el error es hijo del pensamiento y la inteligencia, por error se descubrieron los rayos X, por error, el microondas, por error la radiación, por error se descubrirá el remedio contra el cáncer y por error, terminaremos todos pensando que somos indestructibles y seguiremos contaminando este bello planeta. En fin, tomaremos las cosas como vienen, tampoco voy a discutir por ello, como decía en un pricipio,seria un error.

viernes, 2 de noviembre de 2012

Un tren recorriendo estaciones...


Sucede muchas veces, que uno no se entera de los movimientos que a sus espaldas se producen y quizá estén relacionados con un futuro muy cercano. Solo indicios, sospechas, comentarios que uno coge al vuelo, quizá desvirtuados, actitudes extrañas que no cuadran con las habituales y silencios largos cuando aparezco en escena.
En mi vida nunca me preocupó mucho aquello del “radio macuto” que cada día traía noticias nuevas. Ya pasaron  cinco años desde que una situación extraña me tuvo en vilo durante todo el año 2007 y durante el cual no había día en el que alguna apostilla, turbara mi hacer diario.
Hoy los años me han hecho mas tranquilo, quizá y aunque parezca un contrasentido, mas confiado aún si cabe, de lo que fui en aquella época.
Los 60 me hacen ver las cosas de otra manera y aunque ahora no pueda contar con detalle lo que sospecho (solo es eso, una mera sospecha), paso las horas trabajando como siempre hice, sin dar un paso atrás, con el aplomo y seguridad que me ha dado la experiencia y los años, tratando al menos de que un día, cuando ya no sea necesario, haya alguien que me recuerde y eche de menos.
En mi memoria esta en estos momentos un grupo (no muy numeroso) de personas que pasaron por mi vida compartiendo horas de trabajo y que hace ya tiempo caminaron a disfrutar de su retiro. (Quintín, Jerónimo, Xose Manoel, Ernesto  Jordi y tantos otros).¿Quien se ha vuelto a acordar de ellos, salvo los que de verdad sentimos su amistad?. Ninguno me ha contado como fueron sus primeros meses, sin la obligación de madrugar y acudir al trabajo. Ninguno (y lo entiendo muy bien pues es tema muy delicado y personal), como quedaron para poder sobrevivir en este mundo cambiante.
Hoy tengo un cierto temor provocado por tantos cambios y recortes en el área económica, donde cada mañana uno se levanta y con aprensión, lee la prensa encontrando que el ministro de turno ha vuelto a meter la tijera recortando derechos que tanto ha costado conseguir.
No hace mucho conté en un post, como en una revisión sobre mi discapacidad, no efectuada desde el año 78, se me trataba bajar el grado del 42% al 38 % alegando que habían cambiado los baremos, cuando realmente desde aquella primera revisión mi estado ha empeorado tanto que no solo deberían haberme mantenido ese 42 % como han hecho, si no que el mismo debería haber subido al menos hasta un 50%.
En fin, el tiempo dirá lo que tenga que ser, pero de momento aquí sigo, al pie del cañón disfrutando de mi trabajo que no es poco en los tiempos que corren.Un tren que no se detiene, estaciones nuevas y un viaje que quizá algún día termine en una estación soñada donde poder disfrutar del resto de mis días...