martes, 15 de enero de 2013

Ciclos temporales...


No se aún a que se debe, y tampoco me he molestado mucho en analizar causas y circunstancias, pero echando la vista atrás observo una curiosa coincidencia en cambios que resultaron importantes en mi vida laboral. Cada 5 o 7 años, algo nuevo altera la monotonía y se produce algo distinto en mi existencia que termina por modificarme el ritmo de vida o los quehaceres diarios. Esta cadencia extraña viene repitiéndose desde el año 1981. Cambios de empresa, fusiones, cambios de cometido y responsabilidades, cambios de situación e incluso de ubicación, cambios de compañeros, cambios en procedimientos que provocaron y provocan en mí una nueva adaptación a cada una de las circunstancias que los rodean. Hasta hoy, siempre he sido capaz de adaptarme y asumir que nada es para siempre, que todo tiene un fin y un final, que tarde o temprano llega. Aferrarse a la idea de que todo puede ser para siempre o durar eternamente es vana ilusión que todo ser humano guarda en su interior.
En estos días me encuentro inquieto, la edad me acerca a un nuevo cambio y la cadencia a que a aludía antes ya se ha cumplido desde mi ultima mudanza. El destino siempre es imprevisible e incierto, la única cosa cierta en esta vida es, que la misma tiene un final que yo espero aun sea muy lejano, cualquier cambio es bienvenido y con el los retos que traiga, desafíos que uno espera seguir superando como hice con los anteriores, siempre rogando que las fuerzas no me abandonen.
Seguir enfrentándome a la vida, nunca me dio miedo, el miedo solo surgió en un momento puntual en el que creí haber llegado al final antes de tiempo y por un bache de salud que aunque ahí sigue como espada de Damocles, pude asumir como un reto mas de los muchos que se me han presentado en esta vida. Un nuevo ciclo puede estar apunto de comenzar, seguiré contando años y espero que los años me respeten en mis ansias de seguir adelante y quizá una vez transcurrido un nuevo ciclo os pueda seguir contando mis inquietudes y afanes.