viernes, 13 de enero de 2012

Viernes 13...


Hoy es viernes 13, y no soy supersticioso “por que trae mala suerte”, pero por si acaso…
He saltado de la cama con el pie derecho, no he pasado debajo de un andamio que hay a la vuelta de la esquina, mientras iba a recoger mi coche, me he cruzado con una funeraria y he tocado la madera mi bastón mientras miraba a lo lejos a un gato negro, por si este tuviera la intención de atravesarse en mi camino. He contado los escalones que hay desde la calle a mi oficina y gracias a Dios no hay 13, he tomado el café de media mañana de pie y con la mano derecha. Y es que, repito, no soy supersticioso, pero a fuerza de convivir con gente que cree en estas cosas, terminas por adquirir "tics" y pensar... ¿Y si tienen razón?, pero, ¿Que culpa tienen el gato con ser negro, el andamio con estar en la calle y el muerto en que lo paseen hasta el cementerio? ¡Ninguna!, pero ¿a que tu también sientes un hormigueo cuando el día 13 cae en viernes?, te ríes de lo del gato, pero lo miras de reojo como yo, por si las moscas y seguro que también, rodeas las escaleras y los andamios.
Al final terminamos todos pensando ¡Que tontería!, pero siempre nos queda la duda, quizá sea una reminiscencia de tiempos remotos en los que todo era mágico y misterioso,(la ciencia aún no tenia explicación para cosas que hoy nos parecen muy elementales) ,un simple catarro se atribuía a que los espíritus te habían abandonado y que el culebrón, te dolía por que te había mirado un culebra, si algo te comenzaba a salir mal en la vida, era por que te habían echado mal de ojo y terminabas por acudir al brujo de turno para ver que solución tenia.
Vivimos en el siglo XXI, pero aún miramos con recelo los 13 y viernes, mientras tecleamos en el ordenador de ultima generación algún escrito como este o consultamos la agenda en el móvil y colgamos un aviso en el Facebook para advertir a los amigos “Ojo es viernes y 13”, por si ellos no se hubieran dado cuenta y corrieran hoy riesgos innecesarios. ¡Quedáis avisados!
De todas maneras tengo una duda…
Me he pegado un golpe contra los barrotes del andamio al pasar por fuera, he tropezado antes de coger el coche, he atropellado sin querer al gato, me ha rozado el coche de la funeraria al pasar a mi lado, arañando el mio y me he caído en las escaleras de la oficina, se me ha manchado la corbata de café al tomarlo de pie, pero… ¡No pasa nada! Todo son SUPERSTICIONES…¿o nó?...