jueves, 15 de noviembre de 2012

El violinista...


Medio adormilado escuchaba aquella dulce melodía que a través de la ventana entraba en mi estancia. Un viejo violín lloraba unas veces y reía otras en la calle, tañido por una mano hábil y un corazón dolorido, que lanzaba, al viento frío de la tarde, sus notas cual gemidos unas veces y gritos de alegría en otras. El ladrido de un perro, interrumpía de vez en cuando al intérprete que llenaba de música el ambiente.
Atraído por aquel son, me acerque a la ventana y apoyando mis codos sobre el borde, me dispuse a seguir deleitándome con aquel improvisado concierto.
En la esquina, arropado entre cartones para evitar las inclemencias del tiempo, había un joven músico. Bufanda de colores, gorra con orejeras y un viejo gabán eran toda su protección. De aquel violín surgían las notas de conocidas melodías… Titanic, Yesterday, el Guardaespaldas, Kats…Una vieja gorra en el suelo, recogía las pocas monedas que los transeúntes arrojaban, mientras un desgarbado perro, apoyaba su cabeza entre las patas y con mirada adormecida, lanzaba un ladrido cada vez que alguien se acerca a las monedas.
Ya  había visto a este músico callejero en otras ocasiones y había dedicado uno de mis post a este artista solitario, que habitualmente esta ubicado en la Calle Zamora de Salamanca. Sus melodías, interpretadas magistralmente, hacen que al pasar a su lado vuelvas la vista instintivamente mirando a quien alegra el paso de los viandantes.
Cuando uno se aleja de la melodía, después de pasar a su lado, la melodía sigue en la cabeza… es un regalo diario de quien posiblemente no tenga otra manera de obtener su sustento y lo hace poniendo en nuestras vidas unos segundos de alegría. Mientras, su perro nos mira con cara entre triste y pensativa, yo diría, que si no fuera un simple can, nos estaría mirando con esa cara de quien pide lastimeramente algo para que su amo pueda pasar el día y volver a deleitarnos a la mañana siguiente… y en mi cabeza, sigue sonando ese Yesterday que al final tarareo inconscientemente durante toda la tarde…