viernes, 13 de mayo de 2016

PRIMAVERA OTOÑAL...

Parece empeñada, esta primavera, en seguir mostrando su cara otoñal, plagada de nubes y tormentas como si de un presagio oscuro e incierto, fuera el reflejo en un espejo de lo que siento en mi interior.
Mis esfuerzos diarios por conseguir una mayor movilidad e independencia, una reducción del dolor, apenas tienen resultados, pero mi ánimo y empeño siguen intactos tratando de no dañar a los que me rodean y sé que sufren al verme en este estado.
Tomo a broma los tropiezos diarios, el caminar a “cuatro patas” con unas muletas que ya son una extensión de mi cuerpo, “mando a distancia” para abrir puertas con un empujón y tope para que estas no se cierren. Apoyo imprescindible para cada paso y andamiaje para evitar caídas.
Primavera perdida de una vida, en la que hice viajes de trabajo y de placer que hoy rememoro mirando en esta pantalla del ordenador, colecciones de fotografías que recopilé durante años.
Ya sé, lo que es “NOSTALGIA”, así con mayúsculas, de tiempos pasados en los que no me costaba coger el coche y tragar kilómetros, unas veces por cuestiones de trabajo y otras por mero placer. Caminar por Madrid, Barcelona, Valencia, Oviedo, Córdoba, Granada, Paris. (Mi Paris adorado y mil veces soñado).
Bañarme (Hoy empeño casi imposible), en las cálidas aguas del Mediterráneo, mecido por las olas o braceando contra ellas, en un alarde de “puedo y lo hago”.
Primavera otoñal, en la que aun florece alguna esperanza alimentada por la ilusión de ganarle al inexorable tiempo, la batalla que con él mantengo a diario con ejercicios de rehabilitación y electroterapias, que suelo endulzar bromeando en cada descarga eléctrica con…”No sé, si servirán de algo, pero puede que terminen por cargar la batería de mi móvil”…
Otoño anticipado de mi vida, que estando ya libre de obligaciones laborales, ha venido a ralentizar mis sueños de viajero curioso, al que gusta recorre calles y callejones de ciudades desconocidas. Hoy, sigo a diario, no sin esfuerzo, recorriendo en pequeñas caminatas, las calles de mi ciudad, sin las prisas que imponían el trabajo diario, y si las escaleras, no fueron nunca mi fuerte, hoy son barrera infranqueable que aparece por todos lados.
¿Cuándo vendrá el Sol?, Necesito esa luz que ilumine mi espíritu y llene de fuerzas mis fuerzas ya perdidas.
Mientras, seguiré batallando día a día, minuto a minuto, con la ilusión de ganar la guerra a este implacable enemigo al que me enfrento. Cada pequeño logro en la batalla, cada paso en mi andar diario, me dicen que puedo y lo haré. Convertiré esta primavera otoñal en luz a mi existencia que ilumine mi vida y la de los que me rodean, que sufren a mi lado viéndome luchar con cada escalón que hay que subir o cada paso que tengo que dar.
Y de nuevo, volverán mis ánimos para seguir contando en este blog, aventuras y desventuras, siempre con un humor, ese humor que nunca he perdido y me hace ver la parte graciosa de cosas que no tienen ninguna gracia, pero que ayuda a superar cualquier contrariedad.


domingo, 17 de abril de 2016

Aquí estoy de nuevo...

Quizá ha sido la pereza, quizá el desánimo y que el cuerpo no me pedía  seguir contando aquello que a mi alrededor ocurría y me llamaba la atención. Dejé transcurrir los días, los meses, casi un año  sin ponerme al teclado de mi ordenador para contar alguna historia nueva que pudiera interesar, hasta que hace unos días, repetí un post en mi Facebook y mi hija comentó: "Actualiza y escribe de nuevo".
Aquello me hizo pensar que me había  vuelto perezoso,que nadie  leía ya mis comentarios y a nadie  interesaban, era tan sólo una apreciación mía  equivocada.
Si había lectores,seguidores  de mis comentarios e interesados por las historias que  conté.
Hoy, he vuelto a ponerme en este  teclado y tan sólo una disculpa a mi pereza,es lo que de mi ánimo ha salido.
En mi cabeza ocupada por la preocupación de una recuperación que se alarga en el tiempo, se mezclan,sin yo pretenderlo, vivencias que iré contando,recuerdos que saltarán de nuevo a  este teclado,que hoy aún sigue perezoso y lento en describir el cúmulo de ideas que en mi cabeza bullen y a las que trato de poner en orden.
Dicen,que nunca es tarde para ponerse a la tarea,que hay quien espera que mi buen humor,que tan malos tragos me ha hecho superar,vuelva a amenizar a estos seguidores fieles,que me seguís en este humilde blog.
Quizá mañana os cuente,como el tiempo  me ha hecho ver que nada es irremediable,que la esperanza junto con el esfuerzo diario,pueden conseguir pequeños milagros que uno no esperaba.
Quizá,que mi deporte actual se limita a leves intentos,pero intensos,de subir y bajar escalones, tratando de lograr una libertad de movimiento ante la enorme cantidad de barreras que hoy encuentro y antes apenas percibía.
Quizá,la ensoñación de encontrarme en Nueva York,cada  vez que un "taxi" amarillo ,con unas extrañas luces rotativas amarillas en el techo,me recoge cada mañana para llevarme a mi sesión diaria de rehabilitación.