viernes, 28 de septiembre de 2012

El cambio inexorable...


Realmente, uno en esta vida nunca puede estar seguro de nada, todo cambia alrededor sin que muchas veces podamos siquiera prever el cambio, ni las causas, ni el origen del mismo.
Cambian las actitudes de las personas que te rodean, cambia el ambiente en el que nos movemos, cambian las circunstancias y cambia hasta nuestra actitud de enfrentarnos con los cambios que se producen.
Unas veces, obviamos estos cambios por pasar casi desapercibidos al ser menores, otras, nos enfrentamos a ellos y otras los asumimos como asumimos que por ejemplo el cambio de capacidad física es algo natural que se produce con el tiempo y es inevitable.
¿No os ha ocurrido que habéis tratado de levantar algún peso, que antes lo hacíais con facilidad y ahora no podéis?, que cualquier movimiento brusco, os lleva a una punzada en el costado cuando antes erais ágiles y flexibles.
Cambian las expectativas de futuro, unas veces brillantes y prometedoras por otras oscuras e inciertas, cambia la promesa de soluciones por impedimentos inexplicables, cambia el pronostico de del tiempo y hasta nuestras ganas de hacer o no hacer algo.
Uno aprende, con el entrenamiento de los años, que no hay nada inmutable y para siempre, que nada es permanente (salvo esa mancha de tinta en la camisa que no hay quien la quite) y que lo que hoy es bueno, mañana puede ser malo y viceversa.
Inmersos en cambios permanentes, observamos como nuestro entorno varia a diario, Una calle que cambia de dirección, una mañana soleada que se torna gris, un nuevo despropósito de algún político que termina por cambiar reglamentos, disposiciones y leyes que hasta ahora nos regían y ya no valen ( lo mas habitual en los tiempos que corren) .
Estaréis conmigo en que tanto cambio produce en ocasiones desasosiego, incertidumbre, preocupación, asumíamos los cambios como algo consustancial a la vida misma, pero desde que se ha instaurado aquello que llamamos “crisis”, los cambios son generadores de “miedo”, miedo al futuro que nos espera y espera a nuestros hijos.
Pero siempre, siempre… nos quedará la esperanza de que todo vuelva a cambiar…

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Un nuevo Otoño...


Calles mojadas por la fina lluvia, hojas que el viento hace bailar sobre el pavimento, frío en el rostro y esa sensación de poca luz en el día. Nuevamente esta aquí el Otoño cargado de nostalgias y rutinas.
Madrugadas sin sol y tardes de paseo gris, pues es ya difícil quedarse sentado en una terraza viendo el bullicio de las gentes que ahora aceleran el paso tratando de cobijarse del agua que el cielo pardo nos trae en esta estación.
Tras los ventanales contemplo la lluvia rebotando sobre el asfalto y siento que la melancolía se apodera de mi mientras la luz mortecina de las farolas juega a hacer guiños con reflejos dorados sobre las aceras mojadas. Árboles mecidos por el viento interpretan una extraña danza al son de la melodía de hojas que silban y caen, con el aire húmedo de la tarde. Ventanas iluminadas y tras los visillos se intuye una vida que se recluye huyendo del mal tiempo.
A lo lejos, entre las cortinas de agua, las siluetas de las Catedrales y los tejados que brillan humedecidos por ese aguacero constante que no cesa.
Otoño nuevamente y de nuevo, paraguas abiertos dando cobijo a quien sin miedo se atreve a caminar por las calles a pesar del agua y el frío.
Luces de coches que iluminan tenuemente las vías y compiten con los rótulos de los establecimientos, veladores vacíos a la puerta del café mientras los toldos juegan con el viento y sirven de cobijo provisional al caminante.
Otoño cargado de recuerdos y promesa de un nuevo año que ya se acerca  a pasos de gigante. Nuevamente el tiempo parece correr y en su loca carrera las estaciones pasan una tras otra con implacable devenir acercándonos al destino de un viaje incierto en el que conocemos el camino, pero no el final de este.

jueves, 20 de septiembre de 2012

El móvil...ese artilugio


Los tiempos cambian que es una barbaridad, decía don Hilarión.
La verdad es que así es y parece que el tiempo acelera nuestras vidas día a día con las nuevas tecnologías. Ya nadie prescinde del móvil, (Smartphones de última generación), con el que se esta en permanente contacto con todo el mundo, (debería decir mejor, con el mundo entero).
La menor noticia, salta inmediatamente en nuestras pantallas y nos enteramos del viaje de un amigo (fotos incluidas), la boda de un compañero o la última aventura de algún contertuliano de esos programas de televisión, en los que todos se ponen a escurrir sacando sus trapos sucios a luz pública.
Todos estamos expuestos a una foto indiscreta (las cámaras de fotos van incluidas en el aparatito ese que antes solo servia para hablar y que ahora sirve para todo).
Te avisa de los radares en la carretera, planificas tus reuniones, mandas tus correos, chateas con una amigo, tienes una videoconferencia con un familiar, consultas la guía telefónica, la fecha en que se matriculo un vehículo, lees la prensa diaria, miras por si acaso el horóscopo del día, consultas tu cuenta del banco, el horario del próximo tren, ves la calle a la que tienes que ir en el Google maps y terminas por pensar… ¿Como demonios se las arreglaban antes sin este cacharro?, ( He visto que incluso hay una aplicación que explica la mejor manera de reproducirse…¡Toma Ya!...al final, ¿tienen que terminar explicándonos esto?).
La cantidad de aplicaciones aumenta día a día de manera exponencial, las hay de todo tipo y de toda utilidad, clases de cocina, accesos a Web corporativas para continuar con el trabajo aun fuera del horario laboral, diccionarios, enciclopedias, traductores de idiomas, buscadores de muebles, paginas para encontrar novia (Con lo fácil y natural que era antes, aquello del cara a cara y usando la disculpa de: ¡Tienes fuego!...cuando el fuego en realidad estaba en el cuerpo). Conciertas la consulta medica e incluso puedes medirte tu mismo el numero de pulsaciones y ritmo cardiaco, ver la cantidad de azúcar en la sangre,  programar la próxima medicación y enviar una alerta a tu medico si algo notas que no va bien. (¿Donde quedó el medico de cabecera?, ahora es de bolsillo).
En fin, el mundo en la palma de la mano, un mundo que se expande día a día y termina por hacer analfabeto a quien no es capaz de manejar este artilugio, quedando arrinconado en una sociedad que vive por y para la informática, donde hasta el coche no arranca si no le has insertado un Chip con un código (se terminó el manojo de llaves que pesaban en el bolsillo), el arrancarlo empujando cuando se terminaba la batería.
Quizá, no tardando mucho, al nacer se nos implante un Chip, será entonces cuando habremos terminado de ser seres humanos y nazca una generación de autómatas teledirigidos, de momento y a pesar de todo, como decía ayer nos queda la libertad para elegir nuestro destino, para seguir siendo una especie con capacidad de decidir nuestro futuro y equivocarnos cuantas veces sea necesario, aun y a pesar de seguir utilizando el móvil, para casi todo…

miércoles, 19 de septiembre de 2012

Pero al final, el camino esta andado


Mera coincidencia, Ayer día 19 de Septiembre, en la misma fecha en que se cumplía el aniversario de la muerte de  mi padre, fallecía Santiago Carrillo.
Coincidieron frente a frente en el año 1938, en bandos contarios, con ideas e ideologías opuestas, pero ambos convencidos de que en esta vida hay que hacer, luchar y vivir por conseguir un mundo mejor para todos.
Que las ideas, los métodos, las formas no coincidan, es lo de menos, lo fundamental, es moverse, no quedarse quieto viendo pasar el tiempo y la historia contemplándola como un retrato inerte colgado en una pared, sin llegar a participar en ella, sin formar parte de ese devenir constante que mueve el mundo, unas veces en un sentido y otras en otro, pero que siempre termina por cambiar algo que no funcionaba bien y en algunos casos por empeorar aquello que estaba funcionando.
Se puede estar equivocado mil veces, siempre y cuando en cada equivocación uno aprenda y trate de hacerlo mejor en la próxima ocasión, somos humanos, nuestros errores pueden llegar a ser los aciertos del mañana y nadie esta libre de ellos, solo la historia termina por poner las cosas en su sitio. Quien hoy es considerado un líder puede que la historia acabe por calificarlo de personaje nefasto, (lo fueron Hitler, Musoloni, Franco, Gengis Kan, Gadafi, Videla y tantos otros). Quien hoy, en la sombra trabaja con tesón e ilusión por una idea, puede llegar a mover montañas y quizá, (seguramente) termine en el olvido (El agradecimiento del ser humano es muy pobre y solemos ser muy olvidadizos), pero comparto la idea de que si estamos en esta vida es por algún motivo, para que nuestro paso sirva de algo o para algo, aunque solo sea para retirar una pequeña piedra del camino que podría haber hecho caer a otro.
Nunca sabremos de qué ha servido nuestro caminar en esta existencia efímera, quizás, algún amigo nos recuerde el día de mañana, quizá nuestros hijos (como yo hago) lleven en su memoria los esfuerzos de su padre, por hacer un mundo mejor y traten de superarlos. Quizás, algún desconocido haya terminado por leer este escrito y acabe por pensar que no todos en esta vida acertamos nuestro camino, pero al final el camino esta andado…

martes, 18 de septiembre de 2012

Nos queda...la "libertad"...


Han comenzado las clases, los estudiantes se van incorporando a las aulas y de nuevo el bullicio estudiantil, lleno las calles de mi ciudad. Carteras y mochilas al hombro les acompañan cada día y nuevamente se enfrentan a las enseñanzas de sus profesores que en esta ocasión, parecen menos animados que otros años, por lo cambios continuos que estamos sufriendo todos y la incertidumbre de un futuro que sigue sin verse claro.
Pero ahí están, tratando de forjarse en el conocimiento y la cultura como hicimos nosotros antes, en aulas muy diferentes, pero que dejaron siempre huella en nuestra memoria. Pupitres de madera, en los que el escritorio servia de tapa a un cajón en el que guardar libros y útiles de estudio. Un hueco para el tintero y quizá mil notas sobre la madera que dejaban la impronta de nuestros antecesores con sus firmas y pensamientos, dejados posiblemente, en momentos de aburrimiento ante las explicaciones de algún profesor. Un gran mapa mundi, irreconocible hoy, con países que ya no existen, otro, de una España en la que unos dibujos sobre su superficie indicaban donde estaban las industrias del acero, las zonas agrícolas y ganaderas, los embalses que aquél régimen inauguraba a golpe de bombo y platillo, quizá un crucifijo, la foto de Franco o de Primo de Ribera, nos contemplaban estáticos desde aquellos patéticos retratos siempre presentes en todas las aulas.
Por supuesto, no había colegios mixtos, se nos separaba de la mujer, quizá pensando que podrían distraernos o causarnos malos pensamientos y a ellas, por considerarnos unos brutos incorregibles con los que había que tener cuidado, aleccionándolas que siempre estábamos cavilando en lo mismo…
Hoy da risa (si no pena) recordar que se pensara de aquella manera, hoy, alguien ha vuelto a plantear aquella separación de sexos en los colegios, (me temo, y ya puestos, que deberían incluir un tercer tipo de colegio para los homosexuales, pero esto no lo tienen previsto). ¡Separar de nuevo!...discriminar, crear nuevas barreras entre seres humanos, romper la igualdad, sea como sea. ¿A quien demonios se le ha ocurrido esta burrada?, ¡Mas cambios!, miedo me da pensar en lo que nos espera, luego vendrá (ya se hace de forma sibilina recortando ayudas) desechar al que crean deficiente, disminuido, tarado, incapacitado, quizá distinto… ¡Que no me cuenten milongas sobre la integración!, se arrinconara a quien por la edad no pueda seguir el ritmo de los tiempos y acabaremos volviendo a las ideas fascistas de una Alemania, que aunque perdió una guerra hoy es quien manda y dirige las políticas económicas.
Menos mal que aún hay quien levanta la voz y no estamos sometidos a aquel régimen, que te enviaba a picar piedra en las canteras del Valle de los Caídos, por tener ideas contrarias al mismo, ni estamos en la tiranía Bolchevique de una Rusia ya extinta donde los Gulags se llenaron de disidentes. ¡Aún nos queda el derecho al pataleo, sin miedo a sufrir las consecuencias! ¡NOS QUEDA LA LIBERTAD!...

sábado, 15 de septiembre de 2012

Barreras


Quizá sean los años o el que uno cada vez va perdiendo la capacidad de movimientos que tenia antes, pero cada día me encuentro con mas barreas, escaleras interminables y en ocasiónes casi insalvables, en lugares públicos (siempre me queje de ello en mis escritos y lo tome un poco a broma hasta que en alguna ocasión no he podido llegar a mi destino por culpa de ellas), bordillos de aceras demasiado altos incluso para los que caminamos, mas o menos  y aún por fortuna no necesitamos sillas de ruedas. Barreas físicas que al fin y al cabo podríamos superar con la ayuda de alguien, pero hay otro tipo de barreras, barreas sociales, barreras legislativas, que por mucho que digan los señores políticos, sigue ahí, impidiendo una igualdad que se les llena boca pregonando y no es verdad…Crean, estúpidas tarjetas identificativas en las que se nos reconoce como persona con discapacidad, indicando incluso el porcentaje de la misma, tarjetas muy bonitas, pero simplemente eso, tarjetas que reconocen que uno no esta para muchos trotes, pero luego a la hora de la verdad, a la hora de prestar la ayuda que necesitamos, todo queda en buenas palabras de cara a la galería electoral y nada mas…Los recortes presupuestarios que todo el mundo sufre, también los sufrimos nosotros y por ejemplo, si os digo que una pierna artificial, de rodilla para abajo cuesta mas de 6.000 euros, que una aparato estabilizador, como el que yo utilizo vale unos 1.600 euros, que una silla de ruedas decente vale unos 2.500 euros y hay que adelantarlos quedando a la espera de que luego te paguen un 10 %, podréis comprender el rebote que me he llevado pensando en cuanta gente no podrá caminar al no tener liquidez para adelantar estas cantidades. Barreras administrativas, barreras legislativas que no igualan a nadie y terminan por arrinconar a quien quizá más lo puede necesitar.
Se que los tiempos no están para tirar cohetes, pero me indigna pensar que hay mucho político de pacotilla en Diputaciones, Ayuntamientos y Comunidades Autónomas que no aportan nada a la sociedad mientras aquel señor, que ayer estaba a mi dado en la ortopedia (mientras a mi me arreglaban un pequeño desperfecto en mi aparato), tuvo que marcharse sin su pierna artificial, al no tener con que pagarla. La barrera del despilfarro de quienes se supone nos representan y deberían velar por nuestro bienestar, (solo miran por el suyo), termina por ser la mayor de las barreras a la que todos nos enfrentamos.
Disculparme este desahogo, pero no puedo quitarme de la cabeza a aquel hombre que no se pudo marchar caminando, por culpa de una barrera que no era precisamente fisica…

lunes, 10 de septiembre de 2012

"Pitagorin"...


Debía pensar que en esta vida todo había que tomarlo como viene, sin dar demasiadas  vueltas a cada asunto que se le planteaba y quitando importancia hasta los asuntos más graves. Siempre tenía la sonrisa burlona en su rostro, nunca le llegue a ver pensativo ni cabizbajo, continuamente observaba a su alrededor sin perder detalles, que a los demás se nos escapaban y que el era capaz de captar, por pequeños que estos fueran o pasaran desapercibidos para el resto.
Tras sus gruesas gafas de empollon, el pelo alborotado, su mirada inquisitoria terminaba por inquietar  al interlocutor, si se le mantenía durante un rato la mirada.
Terror de los compañeros, pues siempre alzaba la mano el primero ante cualquier pregunta del profesor y terminaba por hacer una disertación erudita sobre la pregunta más trivial. En el recreo, apenas se relacionaba con los compañeros y siempre se le veía con algún libro bajo el brazo que aprovechaba para consultar, mientras los demás daban patadas al balón.
Superaba todos sus exámenes con las notas más altas y tomaba como ofensa personal que una nota fuera inferior al 9.
¿Verdad que todos habéis tenido a alguien así en vuestras clases?.
Francisco (Así se llamaba) llegó a sacar las oposiciones de Maestro nacional (Las que había en aquella época) con el numero uno de su promoción,  y destinado a un pueblo de Cáceres. Le había perdido la pista y casi olvidado hasta que hace unos días y a raíz de las Fiestas de Salamanca, me he cruzado con el en una calle. Con mas años (como todos), le he reconocido al instante, viejo compañero de clases y tormento de colegas, su mirada sigue siendo la misma. Hoy ha vuelto por unos instantes a cruzarse en mi vida “pitagorin” (mote que se ganó a pulso), supongo, que si me ha reconocido habrá pensado lo mismo que yo… ¡Como han pasado los años!

domingo, 9 de septiembre de 2012

Salamanca en fiestas...


Calles bulliciosas, llenas de gentes con ganas de olvidar por unos momentos los agobios diarios, charangas estridentes recorriendo los paseos, casetas con olor a fritangas y gentes que se agolpan buscando el pincho con que acompañar sus cañas, criaturas inquietas ante el vendedor de globos. Un cohete estalla en el aire mientras la música invade las calles con sones pachangueros que invitan a la alegría. Estatuas vivientes atraen las miradas de los curiosos que tratan de romper su estatismo con muecas divertidas, consiguiéndolo solo si depositan unas monedas en el cuenco que hay a sus pies. Guardias en traje de gala acompañando al alcalde y concejales en la ofrenda a la Patrona. ¡Salamanca esta en fiestas!, una año mas y a pesar de los malos augurios que todo el mundo siente y expresa, sobre la incertidumbre aumentada de un futuro preocupante, Salamanca se llena de alegría y relax, por unos días. Se aparcan las preocupaciones y de nuevo las gentes acuden al coso de la Glorieta para ver a sus ídolos taurinos. El ferial, se ha llenado de atracciones, cada vez más espectaculares, cada vez mas sofisticadas, cada vez más caras, pero siempre imán para pequeños y grandes. En las tómbolas, sigue la muñeca Chochona, el televisor que nunca toca, el reloj de cuco, fabricado ahora en China.  Esta noche, se iluminó el firmamento con mil fuegos de artificio iguales que aquellos de hace ya veintitantos años, que hicieron exclamar a mi hija aún muy pequeña, ¡Se me meten en los ojos!...mientras con sus manos tapaba su cara asustada por el ruido de la explosiones y el brillo de aquellos cohetes que surcaban el cielo.
Salamanca esta de fiestas, quizá sirvan para alegrar los cariacontecidos rostros que día a día nos cruzamos en las calles y recuperar algo de alegría que siempre caracterizó a las gentes de este país.

jueves, 6 de septiembre de 2012

Una manera de aprender...


Fueron años difíciles de los que por fortuna solo recuerdo los momentos buenos, aquellos en los que familiares, y amigos venían a verme, aún postrado en aquella cama de hospital, recuperándome de una de las múltiples operaciones con las que pretendían arreglar lo inarreglable.
La alegría de ver a mis amigos, que casi a diario venían a acompañarme, me hacia olvidar dolores y malestares lógicos de un postoperatorio que en aquella época era complicado y casi artesanal.
Mi pierna escayolada, “de aquella manera”, colgaba de un rustico ariete que me impedía todo movimiento, pero no por ello dejaba de jugar a aquellos juegos de mesa (parchis, damas, ajedrez), pues no había videoconsolas ni nada que se pareciera.
El cariño de aquellas monjas, y en concreto de “Sor Yeye” (Apelativo que se ganó pues siempre entraba en mi habitación cantando… ¡Soy una chica yeye!), pequeña en estatura, grande en cariño y alegría, cuyos ojos vivarachos quedaban enmarcados por aquella toca blanca que cubría su pelo que intuía de color castaño. No podré olvidarlos nunca, como nunca podré olvidar a mi abuelo que no faltaba ningún día la cita y siempre era portador de ricos dulces para hacerme olvidar malos momentos.
Hoy, nada se parece a aquel viejo hospital, donde uno se sentía en familia, arropado por enfermeras y médicos, practicantes y cuidadores que siempre tenían la sonrisa en la cara y nunca mostraban su preocupación (real) por como podrían terminar aquellas operaciones...
Alguien me contó mucho tiempo después, que en la mesilla de noche había una ampolla con morfina, que nunca me llegaron a poner, preveían que mis dolores podrían ser tales, que en previsión, el medicamento estaba preparado y por fortuna no tuvieron que utilizarlo.
Viejo caserón que en la calle Álvaro Gil, en cuyo lugar hoy se levantan nuevas viviendas, frente al edificio de Obras Públicas. Hospital de Maria Teresa, en el que tantas horas pasé y del que un vago pero persistente recuerdo me llega como un eco, de tiempos pasados que no fueron ni mejores ni peores, pero si que dejaron una huella imborrable, pues aprendí a tener paciencia, a esperar lo inesperado y asumir lo que parecía inasumible

miércoles, 5 de septiembre de 2012

¡Buenos dias,amanecer!...


¡Buenos días amanecer!... de nuevo me has traído la luz del día, ese sol que aunque ya no calienta, llena de brillo la  mañana y alegría el alma, al poder sentir de nuevo su fulgor.
Los años han pasado y aquello que antes casi pasaba desapercibido, hoy se hace mas patente, el día nace cada mañana, dando una nueva oportunidad a la vida que se nos va cada minuto desde que nacemos y solo la valoramos de verdad cuando se llega a cierta edad.
¡Buenos días, aire de la mañana!, hoy me has hecho sentir el temblor en el cuerpo que me dice que estoy vivo.
He sentido ganas de correr y no he podido, (nunca pude hacerlo), pero me he conformado con caminar paso a paso hasta mi lugar de trabajo y volver a mi labor diaria pensando que sigo siendo útil, que aún puedo tener un lugar donde sentir, que cada cosa que hago, sirve a alguien o para algo.
¡Buenos días a la vida!, que cada día me recuerda que para andar el camino, solo hay que proponérselo y querer.
Espero, que algún día mis hijos aprendan que la carrera de la vida no se gana corriendo, si no afianzando pasos y paso a paso, sin prisas pero con constancia y empeño.
Mi camino ha sido largo, nunca es fácil aunque nos parezca que para algunos si lo fue, ni tan siquiera navegar a favor de la corriente es fácil y menos cuando las aguas bajan revueltas.
¡Buenos días a todos cuantos compartís horas en mi vida!...Buenos días a todos…