martes, 14 de octubre de 2014

Ebola..¡.E voila !...

Sentado en el sofá del salón contemplo con inquietud la gran cantidad de información y tiempo que los informativos dedican al Ebola.
Informaciones sesgadas, contradictorias, interesadas, inútiles, mentirosas. Terminan por generar un estado de inquietud, máxime cuando en mi familia tengo dos personas en primera linea de fuego ( mi esposa y mi hermana) que en cualquier momento pueden toparse con esta enfermedad terrible y casi desconocida por los sanitarios hasta ahora.
El desconcierto y desasosiego, se torna en indignación exaltada ante la incompetencia que se demuestra por quien debiera tranquilizar y asegurar el bienestar de los ciudadanos, la mentira, la chapuza la información errónea son el pan nuestro de cada día. Solo y en muy pocas ocasiones he podido ver a alguien que si sabe de lo que habla, que si conoce ese enemigo amenazador y pone los puntos sobre las íes a todos esos políticos que solo saben salir en la foto a costa de impertinencias, faltas de respeto, disculpas culpando a quien no deben con tal de justificar su desconocimiento, falta de preparación y la mayoría de las veces incompetencia, para un puesto que ocupan gracias a la pertenencia a un partido y no a sus conocimiento y preparación académica.
¡Dan miedo!, quizá mas miedo que la propia enfermedad que se combate como se puede, por esos entregados y arriesgados profesionales que luchan contra ella cada día, con muy pocos medios ( Los que pregonan los responsables, son insuficientes o se emplean mal, por falta de una preparación que nunca se impartió o se hizo apresuradamente como casi todo los que se hace en este país).
No sirve de consuelo que en Estados Unidos, haya un caso similar al nuestro. No sirve que una Vicepresidenta del Gobierno, nos diga que toma las riendas de una gabinete de crisis, no sirve que las gentes se manifiesten por la muerte de un perro, olvidando quizá lo mas importante, que todo comenzó por una actitud muy española, “ El Quijotismo” de repatriar a quien no se podía salvar por carecer de medios, por no tener la preparación necesaria y por que desgraciadamente su enfermedad parecía no tener ya solución.
¿No habría sido mas lógico, enviar ayuda a los países que lo están necesitando y y prestarla in situ?.
En fin, he terminado por apagar la TV, pero esto no ha apagado mi intranquilidad y esa sensación de desamparo de la que no soy capaz de desprenderme.