lunes, 16 de marzo de 2015

Ladrones...

Si hay frases que nunca entendí y que acaban produciéndome acidez de estómago, es la de:  “ Me voy a coger una baja”...o aquella otra que en mi profesión se repite con harta frecuencia y sin pudor alguno, pese a que puede llegar a ser un delito y es, la que surge cada vez que hay un siniestro de automóvil y alguien , el listo de turno aconseja...” Date la baja y quéjate de las cervicales”.

Uno, que en varias ocasiones ha pedido el alta voluntaria para ir a trabajar, que he llegado a acudir a mi trabajo apoyado sobre dos muletas y aguantado caminatas, que para mi situación física suponían un esfuerzo, se revela en el interior y clama al Cielo sobre la cantidad de “caraduras” que tratan de evadir sus responsabilidades en el trabajo o sacar un dinero a las compañías de seguros.

En ambos casos y aunque socialmente no se rechazan, se produce un fraude, una apropiación indebida, una estafa al resto de los ciudadanos que cumplimos con nuestras obligaciones aún con esfuerzos que nadie reconoce, pero que interiormente nos hacen sentir bien.

Y dormirán tan tranquilos …Sin plantearse siquiera que esa baja ficticia, ocasiona un aumento de trabajo para sus compañeros, un fraude a la Seguridad Social o a una aseguradora.

Criticaran a los grandes defraudadores que a diario nos muestran en los medios informativos y no se sentirán, por supuesto, equiparados a ellos y sin embargo, tan ladrones son unos como otros.

Juzgaran a presuntos culpables, sin tener en cuenta que ellos también tienen algo por lo que responder, pero que esta sociedad en la que vivimos, no tiene en cuenta esos fraudes flagrantes  que son asumidos con la mayor naturalidad.

Somos un país de picaros, en el que a la menor oportunidad eludimos nuestros deberes. Una caída sin importancia, ( y mira que yo suelo caerme al menos tres veces por semana), un pequeño malestar, un insignificante catarro, justifican el absentismo laboral, que termina por “encabronar” ( con perdón) al resto de los compañeros que saturados por su propio trabajo tienen que asumir las labores de aquel que por capricho,  “ se ha cogido una baja”.

En fin, no por mucho que yo escriba y cuente, esto se va a arreglar, seguiremos siendo la nación europea en la que se hacen más horas de trabajo y la productividad continuará siendo la menor de toda la Comunidad Económica Europea. Y así seguirá,” luciéndonos el pelo” y sin dar importancia al fraude que nos rodea cada dia.