miércoles, 16 de noviembre de 2011

La maquina de la verdad...

Nunca digas nunca jamás, rezaba el titulo de aquella novela de James Bond, nunca niegues aquello que un día será demostrado como verdadero, o lo que en saber popular “nunca digas este cura no es mi padre” o “de este agua no he de beber”. Pues bien, estamos de campaña electoral, día a dia se nos ametralla con mítines, alocuciones, grandes discursos, en los que uno descubre siempre que o se tiene muy mala memoria por los políticos o mienten todos como bellacos. Aún no he escuchado a uno que no haya mentido en algo, que oculte lo que anteriormente dijo, o se desdiga de lo que en otro tiempo pregonó como verdad absoluta. Todo ello me produce un desasosiego y un desanimo que me hace plantearme una abstención que por inútil e irresponsable no voy a consumar, pero que me hace entender en parte, a todo aquel que se abstenga de acudir a las urnas en dejación de un derecho y un deber que todos debemos cumplir.
Los telediarios, se han convertido para mi en una nueva diversión, encontrar en cada uno de los oradores políticos, sean del partido y color que sean, sus incongruencias, mentiras y olvidos. El juego es tan simple que siempre acierto a la primera y termino por coger el periodico que tengo a mano y terminar el autodefinido o encontrar los siete errores, que tienen más dificultad que lo anterior.
En fin, habrá que ir a votar, lo que aún no tengo claro, es a quien ni si merecerá la pena, pero el deber es el deber y para eso estamos en una democracia por la que se luchó durante años y muy pocos pueden disfrutar (o padecer ¡no se bien!), mientras seguiré usando los telediarios haciendo de detector de mentiras, o de “maquina de la verdad” que tan usada es en otros programas de televisión y produce la misma hilaridad que esta.