jueves, 1 de diciembre de 2011

¿Vida virtual?...¡No gracias!...


Nacieron con un móvil en una mano y un ratón de ordenador en la otra, juegan sin levantarse de la silla ni salir a la calle, no saben lo que es hacer caminos de tierra para jugar a las carreras de chapas ni usan un clavo para jugar, ni construyen un patín con rodamientos y tablas, no saltan a la comba ni juegan al escondite francés, pero son capaces de tener el mundo en sus manos, comunicados con mas de 20 millones de usuarios, compartiendo fotos, música y su vida a través de una pantalla, ocultando sus verdaderos sentimientos y creando avatares de su propia existencia, imágenes ficticias de una existencia ideal que ellos mismos crean en sustitución de su vida cotidiana y real. Se enamoran de ídolos de barro (quizá como nosotros) y han perdido los ideales de lucha y protesta que tuvimos en los años 60, ya no se manifiestan en las facultades no hacen huelgas por la libertad, la igualdad, ni piden amnistías. Les preocupa la ecología por que en su mundo los mensajes catastróficos sobre el futuro de nuestro planeta son el pan nuestro de cada día, viven mundos asolados por guerras nucleares y catástrofes apocalípticas, luchando con seres imaginarios y se ríen de nuestras pistolas de juguete, de nuestros indios y vaqueros, de nuestros ladrones y policías, se relacionan a través de Twenti,Facebook, de Hotmail Gamail o Senond live y sus alegrías y desgracias parecen ser tan virtuales como su vida ficticia creada por sus deseos y no por una vida real, y yo me pregunto ¿Son felices así?,¿Qué futuro les espera cuando choquen con la dura realidad de la que huyen?, cuando tengan que enfrentarse de verdad al egoísta, al trepa, al impresentable de turno, a la contrariedad del día a día, a que otros te manejen y cambien tu vida o tus esquemas preconcebidos, cuando tengan que resolver su subsistencia diaria y encarar un problema que no puedan solucionar pidiendo puntos al administrador del programa o ganarlos con una acción heroica ante un monstruo alienígena.
A mi también me hubiera gustado diseñar mi vida virtualmente, poco habría cambiado de la misma, quizá nada, pues no aspiro a imposibles y trato de ser lo mas realista en un mundo virtualizado, idealizado, manejado y programando por la publicidad machacona de televisión y prensa en la que continuamente se nos presentan modelos ideales difíciles de alcanzar. En fin una segunda vida paralela a la real, (en un mundo virtual) no me llama la atención, prefiero sentir el dolor y saber que vivo, la contrariedad y saber que vivo, la desilusión y saber que vivo, el cariño de la familia y saber que vivo, la ironía del destino y saber que sigo vivo