jueves, 6 de noviembre de 2014

Otoño...

Ya comienzan los fríos días, atardeceres tempranos y noches oscuras, se nos fueron los días luminosos, el calor del sol y la alegría de las calles, otro otoño lleno de recuerdos tristes donde los meses de Septiembre, Octubre y Noviembre agolpan la mayoría de los aniversarios luctuosos mezclados con aniversarios de cumpleaños dando un sabor agridulce a la vida… luego la Navidad en puertas ( cada año parecen correr mas las fechas y los comerciantes tienen mas prisa por decorar sus escaparates)…cambió la hora, anochece antes y todo invita al recogimiento y la meditación.

Noviembre comienza con el culto a los que se fueron, un universo de sensaciones contradictorias me invade en estos días, por un lado el deseo de visitar sus tumbas y el rechazo inconsciente de que en ellas se encuentren lo que tanto quise.

Soy reacio a poner flores (siempre recordaré la frase de mi padre: “lo que vais a gastar en flores disfrutarlo vosotros”), creo que por justicia, debe haber un “mas allá” que nuestra torpes mentes es incapaz de concretar, y donde quizá no exista el dolor, la injusticia, donde este “trajín” de nacer y morir solo sea un recuerdo del pasado, donde los extremos frió y calor solo sean sensaciones olvidadas.

Una vez más “Blanco o negro” y entre ambos multitud de colores que intentamos controlar muchas veces sin éxito, siempre fui anti-maniqueísta y extremista, contemporicé con los extremos y busque el termino medio, el equilibrio justo y la paz del espíritu, pero a medida que los años pasan nos hacemos extremistas, el tiempo se acaba y no hay prorrogas y… ¡aun queda tanto por hacer!....