miércoles, 8 de febrero de 2012

Aquella tierra y aquellas gentes, siempre presentes en mi memoria...

El olor de la hierba recién cortada, las nubes creando un cielo gris claro, pisadas sobre un verde prado y el canto del gallo al amanecer...¡Cuantos recuerdos me traen!, de una Asturias lejana, en la que pasé mi niñez, entre ruido de carros tirados por bueyes, hórreos rebosantes de maíz, olor a salitre y montaña, canciones que salen del alma y el golpear de la sidra sobre el cristal de un vaso sujeto con mano firme.
El recuerdo de mi padre en aquel balcón, oteando el horizonte, orgulloso de su tierra y preguntando a la entonces mi novia y hoy mi mujer ...¿Gústate mi tierra?...su mano empuñando aquella caña de pescar, que era un prolongación de su brazo y su maestría en extraer de la ría Mujiles, doradas, corcones, julias y algún que otro lenguado, mientras mi madre, frente a su caballete trazaba con gesto firme perfiles y colores de un paisaje asturiano que reproducía sobre aquel lienzo que hoy cuelga en una de las pareces de mi casa.
Tiempos pasados, tiempos ya lejanos y añorados en los que mi única preocupación era sacar adelante unas asignaturas de Derecho o preparar una merienda con amigos en el monte "Somo", rodeado de eucaliptos y dominando desde su altura la vista de la mar, la playa, la Villa...
No se perdió el pasado...no... en mi recuerdo estarán siempre Alfonso, Agustín, Julio, Tino, Marisa, Gloriel, Las dos Carmenes, Carlos, mis compinches de correrías , de veranos interminables en los que se forjó nuestra amistad y en los que puedo asegurar fui tremendamente feliz al lado de mi novia que aprendió a querer a esa tierra que hoy añoramos y en la que tantos momentos felices pasamos planeando y soñando nuestro futuro...ASTURIAS...fue nuestro PARAISO...ASTURIAS..SIEMPRE ASTURIAS...