Es Otoño en Paris, dicen que una imagen vale mas que mil palabras y hoy os dejo este hermoso cuadro que refleja un Paris nostálgico, como el que siento dentro de mi en estos momentos. Si hay una ciudad que me enamoró, fue esta, recorrí sus calles sin sentirme cansado, admirando sus bulevares y dejándome soñar a orillas del Sena mientras los Bateaus surcaban sus aguas bajo la catedral de Notre Dame, siempre en compañía de mi mujer y mis hijos, será un recuerdo imborrable de aquella semana en la que no me detuvieron ni las escaleras del metro ni aquel largo paseo por los Campos Eliseos desde el Arco de Triunfo hasta la Plaza de la Concordia.
Hoy recorriendo las calles de mi Salamanca querida, he visto nuevos bulevares llenos de terrazas, que por un momento me han recordado aquellos otros en los que en algún momento paré para coger fuerzas y seguir la caminata hacia los inválidos o la Torre Eiffel. Aunque no hay comparación posible, siempre hay un chispazo que te recuerda aquellas terrazas, los arcos de la calle Vendome, similares a los de la Gran Vía de Salamanca .Aquel paseo por Rue Royale, camino de la Madeleine y la parada en Maxim´s para dejar constancia con una foto a sus puertas, o aquel momento de descanso bajo la Torre Eiffel, sentado bajo su estructura en un banco mientras apuraba una Coca Cola. Otoño calido en el que el sol se ha negado a dejar sitio a las nubes y la lluvia dándome la oportunidad de seguir con mis pequeños paseos diarios sin temor al resbalón en calles mojadas, recordando siempre la ciudad de la Luz en la que este cansancio que ahora siento al caminar aún no estaba presente.
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