Siempre hay un puente que cruzar, una vereda que seguir, un destino al que llegar y aunque nunca tengamos la certeza de cuanto camino nos queda por recorrer, seguimos la senda unas veces en compañía otras en solitario, haciendo camino.
Nuevamente en mi camino se cruza una vieja conocida, "la salud", esa que unas veces te anima a seguir la ruta y otras te pone la zancadilla para hacerte caer, siempre hay un lugar en el que nos cruzamos, un lugar lleno de gentes dolientes que hacen cola para ser vistos por los galenos, donde el dolor se mezcla con la desesperación y paciencia de aquellos a quienes con mucha razón se llama pacientes. De nuevo un peregrinaje ante gentes vestidas de blancas batas y una camino a recorrer siempre con la esperanza de poder seguir caminando, de poder seguir sintiendo el sol de cada día y el fresco de la noche. Dicen y es cierto que la esperanza es lo ultimo que se pierde, esa esperanza que me mantiene de pie cada día y que es compañera permanente en mi caminar.
De nuevo mil pruebas ya conocidas de las que uno espera los resultados como espera el sorteo diario de la ONCE, con incertidumbre y la ilusión de que estos no sean peores que los anteriores y al menos me dejen seguir el camino sin mucha dificultad. Hoy no es mal día del todo, al menos he visto amanecer, salir el sol de nuevo y sentir cerca a los que me quieren y comparten en cierta forma este camino conmigo, a los que deseo hacer sentir que no hay nubarrones en el camino, que mi andar aún puede continuar a pesar de todo y por encima de todo.
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