¡Buenos días tristeza!, hoy me acompañas durante todo el día y yo se bien por que, serás mi compañera dolorosa durante toda la jornada, tortura que me roe el alma y nubla la mente con el recuerdo de algo que no debió de ocurrir. Muchas veces he pedido al cielo que escuche mis plegarias y como en el Tenorio (Propio de estos días), ¡clamé al cielo y el cielo no me oyó!, pero no asumiré el verso siguiente, aquel que decía:... ¡y puesto que sus puertas me cierra, de mis pasos en la tierra responda el cielo y no yo!...Seguiré llevando mi pena y abrigando la esperanza de un futuro en el que la tristeza se torne alegría y mis ruegos sean por fin oídos. Mientras, arrastrare mis ya doloridos y cansados huesos por esta vida, dándote tristeza los buenos días.
Mi querido amigo. Deja que la tristeza torne a alegría. Disfruta de los tuyos. De tus vacaciones. Y piensa en los que te echaremos de menos estos días. Un abrazo. Suerte el miércoles. Cuentame. L.
ResponderEliminar¡ánimo amigo!
ResponderEliminarxmbs
Espero y deseo, amigo Fernando, que las cosas vayan bien y que podamos seguir leyéndote y disfrutando de tu fuerza de voluntad. Un fuerte abrazo. Jerónimo
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