domingo, 9 de octubre de 2011

Al igual que Einstein y su bicicleta...

Decía Albert Einstein que la vida es como montar en bicicleta, si te paras te caes...Seguir pedaleando en esta vida es fundamental, nadie debería rendirse ante desgracias, situaciones difíciles o conflictivas o por el simple cansancio de una rutina agobiante. Luchar, pedalear cada día aunque sea levemente, tratando de superar el tropezón del día anterior o la desgana de la madrugada, hace que uno se sienta bien al terminar el día. A veces cuando uno oye...estoy deseando jubilarme...piensa ¿para que?... para quedarse quieto en un rincón, pensando en lo que pudo ser y no fue, recordando tiempos pasados y añorando al final una actividad de la que se renegó. La actividad es síntoma de salud, fuente de bienestar y satisfacción personal cuando esta se realiza con ganas y animo no obligado por circunstancias ni exigencias demasiado altas...Ahora comprendo cuando mi mujer me dice que ella no va a jubilarse hasta los 70...es pura energía y actividad y no la veo quieta en casa limitándose a una actividad hogareña. El reto diario produce vida, despierta nuestros sentidos y nos mantiene en contacto con el resto del mundo, ese mundo cambiante que sorprende a cada instante y en el que todos nuestros sentidos se sienten acosados, luz, sonido, tacto, gusto, olfato, perciben nuestro entorno, un entorno masificado en ocasiones, pero retador y estimulante en el que uno seguirá mientras las fuerzas no fallen, pedaleando en la bicicleta imaginaria de Einstein...

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